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La santa inquisición
Orígenes, causas y torturas.
Denuncia o auto denuncia


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Frente a una congregación de fieles los inquisidores leían una lista de herejías y se invitaba a los que quisieran descargar sus conciencias a presentarse y denunciarse a sí mismos o a otros.
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"Edicto de gracia": Si se presentaban dentro del período de gracia que solían ser de treinta o cuarenta días podían ser reconciliados con la Iglesia sin sufrir castigos serios
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En 1500 se sustituyeron por los "edictos de fe", donde ya no existía periodo de gracia. Las denuncias eran anónimas, y el acusado no tenía ninguna posibilidad de conocer la identidad de sus acusadores.
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Los “edictos de gracia”, volvieron a implantarse durante el siglo XVI cuando los moriscos (españoles musulmanes) se convirtieron en objetivo de la Inquisición.
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La confirmación de herejía debía verificarse con la toma de declaración a los testigos presentados por el delator. Una vez fijadas y calificadas las proposiciones, si resultaban graves e inculpatorias, se enviaban a la Suprema, que era quién decidía el inicio del proceso.
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